domingo, 28 de diciembre de 2008

Lo mejor de 2008 III


Este año también ha sido el de la Savianomanía y la Gomorramanía.

A Roberto Saviano (Nápoles, 1979) le amenazó de muerte la Camorra napolitana por su libro Gomorra y, de repente, Mondadori comenzó a frotarse las manos (seguro que hacía años que no vendían tantísimo de un libro de no ficción...). En cualquier caso, reconozco que eso de la amenaza es un putadón y que es absolutamente condenable. Que cada uno escriba lo que le dé la gana, hombre!

No quería ir yo por ahí, sin embargo. No he leído el libro de Saviano (ví la peli y no me gustó nada. Suena feo, pero prefiero el glamour que destila la mafia de El Padrino a las barrigas sudadas de la camorra napolitana. Tampoco encontré la peli muy bien hilada. No todo son razones de estética). En fin, lo que quería decir es que Saviano es sólo uno de los novelistas italianos que están introduciendo a la mafia, camorra (o la menos conocida ndrangheta calabresa) como argumento para sus obras. Y, a mí, este año ha habido uno que me ha encantado: Massimo Carlotto y su 'Hasta nunca, mi amor' (Emecé).

El libro va de un tipo, Giorgio, que tras su paso por un partido de extrema izquierda y tener que huir de la justicia, intenta reinventarse como "un señor respetable". El problema es que quiere dar ese cambio ya, de hoy para mañana, y claro, eso sólo se lo puede dar una compañía como la mafia. Y ahí, en ese berenjenal, se mete este Giorgio.

La novela se lee en tres tardes, como diría aquel. Es rápida, ágil, está llena de acción. Solamente una pega: el papel de las mujeres. En esta novela sigue apareciendo el rol tradicional de persona que no se entera de nada (el marido se compra un bmw y nadie pregunta de dónde ha salido el dinero), y esto, en el año 2008 ya parece que no es así.

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